El aerogenerador aéreo más alto del mundo proporcionará energía renovable en áreas remotas, además de cobertura de datos y servicios de telefonía móvil.
La startup Altaeros Energies fundada en 2010 por el Instituto de Tecnología de Massachusetts –MIT–, será la encargada de desplegar el primer aerogenerador aéreo comercial del mundo sobre la ciudad de Fairbanks, Alaska. Izado a 304,80 metros de altura durante 18 meses, proporcionará Wifi y energía renovable suficiente para abastecer a más de una docena de familias que viven fuera de la red actual.
El Altaeros BAT –Buoyant Airbone Turbine– aplica los últimos avances en tecnología aeroespacial para crear una estructura textil hinchable de alta resistencia, que se llena de helio para levantar la turbina y estabilizarla en el aire. Gracias al diseño aerodinámico de la carcasa de helio se consigue que la Altaeros BAT se alinee con la dirección del viento, canalizando el flujo de viento a través de su interior directamente hacia la turbina.
La turbina aérea de Altaeros se estabiliza en el aire mediante un sistema de correas de sujeción de alta resistencia conectadas a la base terrestre portátil. Gracias a un sistema de control automático se controla la altitud óptima de la BAT para garantizar en todo momento la máxima producción de energía. De hecho, la posibilidad de llegar a altitudes donde las corrientes son entre 5 y 8 veces superiores a la fuerza del viento en la superficie, permite generar el doble de energía que un aerogenerador terrestre convencional.
La BAT utiliza una ligera turbina de tres palas de eje horizontal ubicada en el interior de la carcasa hinchable, capaz de generar electricidad tanto en el aire como cuando está acoplada en la base sin izar. Gracias a este novedoso sistema se supera la barrera logística que supone extrapolar la producción de energía renovable a áreas remotas sin acceso a la red, además de poder complementar el dispositivo con sistemas de comunicación, WiFi, cámaras o sensores con los que ofrecer servicios remotos adicionales en áreas aisladas o de difícil acceso.
La turbina se pliega y despliega sobre una estación base portátil que alberga el sistema de control automático y de captación de la energía producida, alojado sobre una plataforma remolque para su fácil transporte por carretera. Toda la energía producida por la turbina se conduce a través de los cables de enlace conectados con la estación base, antes de pasar a la interfaz de conexión con la red.
Considerada como la turbina más alta del mundo podrá generar energía en condiciones climatológicas adversas, además de proporcionar cobertura de datos, servicios de telefonía móvil y datos meteorológicos locales. El propósito del equipo del MIT es desarrollar el prototipo con el fin de abastecer áreas remotas, regiones afectadas por desastres naturales e incluso alimentar bases militares.
Aunque la turbina se encuentra todavía en fase experimental, la Autoridad de la Energía de Alaska ha concedido a la startup del MIT una subvención de 1,3 millones de dólares para instalar el prototipo sobre la ciudad de Fairbanks por un periodo de un año y medio, con el propósito de paliar los altos costes de la energía en remotas regiones de Alaska como esta.
Fuente: Think Big
Imagen: Altaeros Energies