Realizar descansos en horario laboral es un propósito importante para mejorar nuestra productividad. ¿Cuándo es mejor hacer estas pausas? Un nuevo estudio derriba algunos de los mitos más comunes.
Uno de los grandes objetivos de nuestra vida profesional se centra en cómo mejorar nuestra productividad. Ya sea con trucos para gestionar de forma más eficaz el correo electrónico o con el uso de aplicaciones como Trello, la finalidad siempre es la misma. Rendir al máximo, resolver las tareas de manera eficiente y en el menor tiempo posible o no perder la concentración son algunos de los propósitos que nos planteamos en nuestra rutina diaria.
Para lograr estos deseos, es fundamental descansar y hacer que nuestra salud sea óptima. Ya hay estudios científicos que relacionan el trabajar durante más de 55 horas con el incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, y además, la práctica de deporte y dormir las horas suficientes serán claves para tener la mente despejada en el trabajo.
En ocasiones, sin embargo, estos consejos no son suficientes. También debemos tomar pequeños descansos en el trabajo, con el fin de mejorar nuestra productividad y evitar que nuestro cerebro “colapse”. ¿Cuándo es mejor parar? ¿Después de comer? ¿A media mañana? ¿Es preferible hacer varias paradas a descansar durante un período más largo?
Un nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Applied Psychology, evalúa cuál es el mejor momento del día para hacer una pausa en el trabajo. ¿Cuándo, cómo y dónde es recomendable parar con el fin de estimular nuestra energía y productividad, concentración y motivación? Los científicos de la Universidad de Baylor analizaron el comportamiento de 95 empleados, con edades comprendidas entre los 22 y los 67 años, para determinar en qué franja del día realizaba sus descansos.
Los investigadores describieron esas pausas como “cualquier período de tiempo, formal o informal, durante el período de trabajo en el que no se requiere o espera la realización de tareas relevantes, y que incluyen descansos para el café, la comida, los correos personales o la socialización con otros compañeros”.
El estudio no valoró como descansos las pausas para ir al servicio por parte de los empleados. Lo que sí hicieron fue contabilizar 959 encuestas de los propios participantes, en las que afirmaban haber parado su trabajo durante un determinado período de tiempo. Teniendo en cuenta las horas de los descansos y las conclusiones de los voluntarios, los científicos de Baylor determinaron que el mejor momento del día para hacer una pausa es a media mañana.
Según sus conclusiones, es preferible descansar a esta hora que dejarlo para más tarde (después de comer o a media tarde), ya que promovemos una mejor concentración y aumentamos nuestra productividad. “Cuantas más horas pasen entre el comienzo de la jornada laboral y la pausa, menos recursos y más cansancio padeceremos”, señalan en la investigación.
Durante esos descansos, además, es preferible hacer cosas que nos gusten -aunque tengan algún tipo de relación con el trabajo-. Los científicos también apuntaron que es preferible hacer pausas más cortas pero más frecuentes que optar por descansos más largos pero menos habituales. Con este trabajo los investigadores también destierran algunos de los mitos más comunes relacionados con el trabajo, la productividad y las pausas en horario laboral. Un trabajo que también puede ayudarnos a organizarnos mejor y planificar nuestros descansos de forma más eficaz.
Fuente: Think Big