En la actualidad las compras online, lo que conocemos como ecommerce, han revolucionado la forma de comprar y comparar productos y precios cómodamente desde el ordenador.
Si preguntamos a un menor de 55 años seguro que, aunque no hayan comprado nunca por internet, puede definirnos lo que es el e-commerce, además de tener una opinión formada sobre el mismo.
Posiblemente si preguntamos a gente que supere esa edad tenga algunos problemas más para definir de lo que hablamos y será más probable que nunca haya oido esta palabra. Será más sencillo encontrar en este grupo miedos y “leyendas” que los alejen aún más de este tipo de consumo.
Por eso creemos interesante, en temas tan obvios y aparentemente tan populares como este, hacer el ejercicio de comenzar desde cero. Así que a eso vamos.
¿Sabemos realmente lo que es el e-commerce?
El e-commerce o comercio electrónico es un método de compraventa de bienes, productos o servicios valiéndose de internet como medio, es decir, comerciar de manera online. Se trata de suprimir el desplazamiento y la visita del establecimiento para la adquisición de nuestra compra. El comprador desde su casa o trabajo puede realizar una compra en cualquier parte del mundo a través de un dispositivo, ordenador, Tablet o móvil conectado a internet.
Esta modalidad de comercio se ha vuelto muy popular con el auge de Internet y la banda ancha. La seguridad del comercio electrónico, la facilidad para hacerlo y la posibilidad de pago que ofrece – pago seguro, tarjetas pre-pago – han contribuido en que su éxito siga creciendo y aumente día a día.
El e-commerce cuenta con una serie de ventajas respecto al comercio tradicional, que son cada días más demandadas y reconocidas por los clientes.
- Disponibilidad 24 horas durante los 365 días del año para el cliente.
- Sin horarios, sin otros clientes, sin incomodidades.
- No existen barreras geográficas para el cliente.
- Mejores precios y más ofertas que en los comercios tradicionales.
El e-commerce da la posibilidad de segmentar a los clientes al trabajar online, mejorando la comunicación y lanzando campañas especializadas, de forma que le ofrecemos al cliente aquello que sabemos le va a interesar, no aburriéndolo con productos que no son de su interés. Por último, no podemos olvidar que el comercio electrónico da la posibilidad de llevar tu negocio más allá de tu ciudad, por lo que el número de clientes se amplia potencialmente de forma que el mundo entero pueda conocer aquello que haces.
Existen distintos tipos de e-commerce dependiendo de la naturaleza de sus transacciones y de la forma en que generan sus ingresos. Aunque existen muchas y cada una ha ido evolucionando e incorporando novedades y especificidades concretas podemos decir, con el fin de que no nos sean ajenos los términos, que las dos modalidades más populares y con la que solemos encontrarnos de forma más habitual, en nuestro día a día, son las siguientes:
- B2B (Business-to-Business): Empresas que comercian con otras empresas u organizaciones. Es un tipo de comercio que solemos encontrar dentro de las empresas y que se establece habitualmente en su día a día con el fin de intercambiar y realizar operaciones habituales que antes exigían más trabajo y tiempo.
- B2C (Business-to-Consumer): Empresas que comercian con consumidores. Es el más habitual y el que encontramos en las páginas webs en las que solemos realizar nuestras compras.
Como hemos dicho sólo son dos de dos de los muchos tipos de e-commerce con el que nos encontramos en la actualidad. Una forma de comprar a la que cada día se suma más gente y que nos facilita la gestión. Una forma de entender el comercio que nada tiene que ver con el que se producía quince años atrás y que depara un futuro inmediato lleno de cambios y novedades para los consumidores.
Fuente: Solución Individual
