Te recomendamos un par de soluciones a seguir para que tu PC con Windows se mantenga siempre rápido.
Cada vez que usamos un ordenador nuevo, sentimos que vuela: todas las aplicaciones abren rápidamente, Internet parece que subió de velocidad y podemos trabajar mejor que nunca. Pero con el paso de los meses, comenzamos a notar que la máquina se vuelve cada vez más lenta. ¿Será que se quedó obsoleta en tan poco tiempo? Es muy probable que no sea este el caso, sino que el ordenador necesita un poco de mantenimiento para volver a su estado inicial.
Siempre se pueden usar algunas herramientas para hacerle mantenimiento preventivo al ordenador, especialmente si se usa Windows. Pero también es una buena idea crear algunos hábitos bastante simples para que la velocidad del ordenador esté optimizada todo el tiempo.
Ajusta la interfaz gráfica de usuario
Windows tiene muchos efectos visuales que lo hacen muy atractivo a la vista. Pero, en un ordenador menos moderno estos efectos solo usan más memoria de la que realmente es innecesaria. Para evitarlo, hay que hacer unos cambios en la configuración.
En Windows 10 abre el Explorador de Windows. Una vez ahí haz clic derecho sobre Este Equipo y en el menú contextual entra en las Propiedades. Se abrirá una nueva ventana y a la izquierda de ella habrá un enlace que dirá Configuración avanzada del sistema. Entra ahí y otra ventana se abrirá. En la misma pestaña haz clic en Configuración bajo el apartado Rendimiento. Otra ventana se abrirá y habrá que escoger Ajustar para obtener el mejor rendimiento.
Mejora el inicio del ordenador
Algunos de los programas que se instalan en el ordenador cambian la configuración por defecto del inicio de Windows sin nuestro permiso. Lo que hacen es iniciarse justo cuando se prende el PC, y mientras más aplicaciones se tengan que abrir, más lento será el inicio.
Para configurar manualmente qué queremos que comience junto con Windows solo hay que presionar en el teclado CONTROL+ALT+SUPRIMIR y abrir el Administrador de tareas. Otra manera de abrirlo es desde el menú contextual que aparece cuando se hace clic derecho sobre el botón de inicio de Windows. Una vez abierta esta ventana, visita la pestaña de Inicio y define ahí qué programas quieres que comiencen junto a Windows. También deshabilita los que creas que no son necesarios.
Borra los archivos temporales
La manera más fácil de borrar estos archivos es usando la herramienta por defecto de Windows, llamada Liberador de Espacio en Disco. Esta aplicación buscará todos los archivos que están ocupando demasiado espacio innecesario en el sistema operativo y los eliminará, incluyendo los archivos temporales.
Es importante hacer esto al menos una vez al mes para evitar lentitud por la acumulación de los archivos temporales que se guardan por el uso constante de Internet, pero también para reducir el riesgo de cualquier malware que esté ahí escondido.
Usa Windows Defender
Es una buena idea utilizar como antivirus Windows Defender, que está incluido en Windows por defecto. Este antivirus es muy eficiente porque se mantiene actualizado con todas las amenazas que hay en la web. Además, es bastante ligero, usando poca memoria para hacer su trabajo, es gratis y no es invasivo en lo absoluto.
Fuente: Think Big