Los desechos de teléfonos en el mundo equivalen a 21 aviones Boeing 747. ¿Qué hacer con esta basura móvil? Éstas son algunas iniciativas pioneras de reciclaje.
Cuando abrimos una nueva etapa en nuestra vida, dejamos atrás un montón de recuerdos, personas y vivencias que se anclan a nuestro pasado. Algo así ocurre con la telefonía móvil: cada vez que cambiamos de dispositivo, abandonamos nuestro viejo teléfono para probar los avances tecnológicos que aparecen con el paso del tiempo. ¿Qué hacer con la basura móvil que inevitablemente acumulamos?
Hace algunos años, la vida útil de nuestros teléfonos alcanzaba los treinta meses. En la actualidad, este período de tiempo se ha reducido a la mitad, con el consiguiente impacto ambiental que genera el incremento de residuos y desechos de este sector. La basura móvil, por así llamarla, forma parte de la conocida como basura electrónica o e-waste, un grave problema medioambiental ocasionado por restos de monitores, impresoras y otros sistemas que dejamos de usar con el paso del tiempo.
Algo similar ocurre con los viejos teléfonos móviles que ya no utilizamos. ¿Qué hacer con ellos? ¿Cómo eliminarlos? En el caso global de la basura electrónica, ciudades como Lomé (Togo) cuentan con vertederos especiales para este tipo de residuos. De manera simultánea se han impulsado en estas regiones iniciativas con las que aprovechar estos desechos electrónicos, por ejemplo, en la creación de impresoras 3D low cost.
Sólo reciclamos un 3% de los teléfonos móviles que no usamos
Según un informe de Sheffield Hall University, la basura móvil es un preocupante problema para nuestro planeta. De los más de 1.800 millones de teléfonos que compraremos durante 2014, el 44% acabará guardado en un cajón en los próximos años. Un porcentaje similar de dispositivos será puesto a la venta como teléfono de segunda mano, y el 4% acabará en un vertedero.
¿Reciclamos los teléfonos que no utilizamos? Sí, pero en un porcentaje muy pequeño, que apenas alcanza el 3%. El impacto medioambiental de esta inacción es grave, ya que la composición química de estos dispositivos incluye ingredientes como el mercurio o el plomo, peligrosos elementos para la naturaleza.
Tan graves son las consecuencias ambientales de la basura móvil, que un informe de Deloitte estimaba en 2012 que los desechos de teléfonos en vertederos de todo el mundo equivalían a restos de 21 aviones Boeing 747. Para evitar que el problema siga aumentando, la ciudad australiana de Melbourne ha puesto en marcha una curiosa iniciativa.
El próximo 25 de octubre, coincidiendo con el E-waste recycling day, las autoridades municipales ofrecen un servicio de reciclaje gratuito para el público general, con el objetivo de concienciar a la sociedad. Aunque la iniciativa está abierta para todo tipo de basura electrónica, la de tipo móvil tiene un especial interés por su uso masivo y los progresos tecnológicos de este sector.
En España, el reciclaje de la basura móvil aún no está bien implantado. Sin embargo, proyectos como el desarrollado por la compañía Eurekamovil, en colaboración con Amnistía Internacional, permiten reciclar tu teléfono de manera sencilla y donar la recaudación a favor de esta entidad benéfica. Se trata, sin duda, de una curiosa idea que nos permite ser solidarios y aportar nuestro granito de arena en el cuidado del medio ambiente.
Fuente: Think Big